Para entender todo el contexto de esta nueva versión live action del clásico del animé de 1995, es necesario que tomen preguntas profundas favoritas de la ciencia ficción como:
¿Si una máquina es consciente, está viva?
¿Qué es la consciencia? ¿Qué la genera?
¿Somos humanos porque somos conscientes, o viceversa?
¿Existe el alma?
¿Donde vive el alma, en un tejido vivo como el cerebro o en algo replicable y maleable como la memoria?
¿Si podemos mejorar nuestro cuerpo con implantes tecnológicos, podemos hacer lo mismo con la mente?
¿Podemos respaldar nuestra mente en un sistema computacional?
¿Si el ADN es un programa hecho para reproducirse, con la conciencia como mero efecto secundario, que nos diferencia de un programa computacional que haga lo mismo?
¿Cual es el siguiente paso de la evolución humana?
Etc, etc.
Muchas de estas se trataban en las versiones originales. Elimine las más complicadas. Luego realce las que ya han sido previamente tratadas en el cine y que ya son familiares para el público como: “¿Los recuerdos pueden ser falsificados?” y por último, dé respuestas simples al resto de preguntas complejas que sí dejó en forma de enunciados aparentemente profundos como “son las acciones las que nos definen, no nuestros recuerdos” y tendrá esta versión de Ghost in the Shell protagonizada por Scarlett Johansson.
No, no es mala. Sólo es ligera, sumamente explicada y digerida, como si tratara a la audiencia con temor de que no entienda algo, sienta que la historia es innecesariamente rebuscada y por eso no guste.
Y es que con una inversión de más de US$110,000,000, es más que lógico el objetivo de de hacerla lo más rentable posible, recurriendo a una actriz bien posicionada ante el público objetivo: fans de videojuegos, comics y animación. Y es ahí donde radican a la vez el mérito y problema de la producción.
Muchos se han enfocado en que el personaje principal debería de ser interpretada por una actriz asiática, aunque el diseño del personaje del animé tampoco remita necesariamente a una, los que se quejan de esa minucia, hacen a un lado el principal problema del filme: La cuidadosa remoción de toda complicación moral o argumental, así como de todo lo demasiado japonés en un intento de hacerlo más universal.
Sí, si hay geishas robots, motos con un sutil product placement de armadoras orientales, y un jefe de sección que habla en japonés cuando todos los demás usan el inglés cuando no están utilizando enlaces cerebrales para comunicarse mentalmente, pero el resto de elementos que hacen que el animé y mangas originales se hayan convertido en un clásico de culto han sido sistemáticamente removidos, diluidos o sustituidos en afán de colarse en el gusto del espectador promedio, en donde destaca, como es habitual en las producciones de esta envergadura, el deleite visual, que presenta una estética muy cuidada y fiel al animé original, que a su vez homenajea todo en un ambiente neo-noir propio del cyberpunk y los mezcla hábilmente con escenas y elementos clave necesarios para que el fan se sienta identificado sin desagradar al espectador casual. Para rematar, se le ha añadido un villano corporativo tan evidente y superfluo, como necesario para proporcionar un final tan agradablemente común a los blockbuster holywoodenses.
En conclusión: No defrauda, pero si has visto la original, fuera de las escenas recreadas maravillosamente, sabes que te queda a deber algo, un hueco que puedes llenar con las siguientes…
Recomendaciones:
Si te gustó la trama general y el personaje: Ve el animé original de 1995: Ghost in the Shell. Disponible también en Manga y hasta en YouTube. ¿Otros animes sobre androides de la época? Battle Angel Alita y Robot Carnival pueden satisfacer a tu otaku vintage.
Si te gustó el ambiente: Blade Runner de Scott y Robocop de Verhoeven no te defraudarán.
Si te interesa ver más sci-fi sobre máquina, consciencia y sus implicaciones, en un ambiente muy distinto, debes de ver la serie de HBO WestWorld. De nada
El tema de los recuerdos implantados es de los más recurridos en la Ciencia Ficción, y seguro más de uno recordará las películas de Total Recall (El vengador del futuro, en México), de las cuales, no puedo recomendar ni a la original del 90 ni al remake del 2012 sinceramente, pero sí puedo sugerirles el cuento corto que inspiró a ambas: We can remember it for you wholesale del inmortal Phillip K. Dick. Si no lo conocen aún, léanlo. Sus historias son pilares de la ciencia ficción. y ya entrados en recomendaciones, no olviden Do the androids dream of electric sheep? del mismo autor. Esta historia en particular fue la inspiración de Blade Runner.
Por último, si te interesa la ciencia real detrás esto, recomiendo las siguientes lecturas:
Emperor’s New Mind de Roger Penrose. Una explicación extensa, pero entendible (aunque un poco tediosa al principio) de lo que implica crear inteligencia artificial. Spoiler: No existe tal cosa como un “espíritu en la máquina” o lo que es lo mismo, alma, pero tampoco debemos de preocuparnos de que Skynet acabe con nosotros.
Las sombras de nuestra mente: de Roger Penrose también: Si el libro anterior trataba sobre las implicaciones de crear IA, este habla sobre el funcionamiento de nuestra mente, y todo lo que conllevaría entenderla y ¿por qué no? posteriormente replicarla.
El futuro de nuestra mente: de Michio Kaku: Escrito de manera muy amena y altamente digerible, el Dr. Kaku nos explica las investigaciones actuales que se están haciendo para entender la mente y su funcionamiento, y explora algunas de las muchas opciones que abren para un futuro muy cercano. Imperdible lectura.
Rise of the Robots: Ok, este título no habla de cyborgs, ni de IA en forma, tampoco habla de la mente y de cómo mejorarla con implantes, pero sí habla de un futuro muy cercano (unos 20 años) en donde muchos programas serán usados para reemplazar muchos trabajos, y muchos trabajos nuevos serán creados para mantenerlos, creando un nuevo paradigma social. un vistazo al futuro inminente no de ficción que no pude dejar fuera de estas recomendaciones por lo interesante e inevitable del tema.

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